sábado, 26 de marzo de 2011

250.

No otra cosa que barroco contemporáneo es lo que encuentras en los dos libros que has afrontado de Herta Müller, Premio Nobel del año 2010. La primera novela (El hombre es un gran faisán en el mundo) fue concluida con el deseo ver su lectura terminada. En la segunda que afrontaste (La bestia del corazón) tus ojos no pasaron de las primeras cuarenta páginas, aun así, sometidas al esfuerzo de tu voluntad. Se aprecia una lengua rica y un estilo poderoso en su concisión, pero la maraña del fraseo oculta la trama y la lectura se vuelve un pequeño infierno. Siempre habrá quien diga que no eres buen lector y que no amas la buena literatura. Sospecho, no obstante, que pasados algunos siglos James Joyce o Herta Müller, como tantos otros, serán mirados con los mismos ojos que aquellos poetas de la Roma postclásica que intentaban atraer el desinterés y la saturación del público mediante piruetas formales. El drama de los alemanoparlantes asentados en Rumanía durante el período comunista sólo necesitaba de un narrador, no de un orfebre.

Herta Müller, El hombre es un gran faisán en el mundo, trad. Juan José del Solar, Madrid, Siruela, 2009. La bestia del corazón, trad. Bettina Blanch Tyroller, Madrid, Siruela, 2009.

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