miércoles, 23 de marzo de 2011

247.

Para Jean-Paul Sartre, el hombre está condenado a actuar ejecutando el proyecto de sí mismo en la existencia, cuyo fundamento reside en el espacio de libertad que deja la retirada del concepto de Dios y la aparición de la nada. Albert Camus aboga, igualmente, por la acción, asumiendo que, una vez descartada la hipótesis del suicidio, al ser humano sólo que queda la opción de vivir llevando al límite las capacidades de su existencia. Ya dijiste que entiendes la Ilíada como un trasunto de la vida humana, como el poema de la vida, como la plasmación literaria de lo esencial humano. Dijiste que los dioses griegos dejaban al hombre sin consuelo ni salvación, por lo que su forma de afrontar la existencia era similar a la moderna, no importa el abismo de los milenios y de los entornos. Crees que la Ilíada es el poema de la acción, que es lo único que puede quedarle al hombre abandonado y enfrentado con su propia caducidad. Si enlazaras ambos extremos, podrías afirmar que el existencialismo es la manifestación moderna de aquella mentalidad de los héroes de la epopeya helénica y podrías llegar a afirmar que esa corriente de pensamiento es la afloración de un viejo torrente que ha fluido por los entresijos del mundo occidental desde los tiempos de Homero. Por una vez y sin que sirva de precedente, tendría razón Sartre cuando afirmaba que el existencialismo es un humanismo. Sería el viejo humanismo de siempre, el humanismo griego.

2 comentarios:

  1. EMILIO. Tengo para mí que aciertas de pleno en este punto. Y al revés; el "humanismo griego", el único que merece el nombre, es forma existencial de entender la vida para la muerte y la grandeza de vivir con esa sombra en la frente y afrontarla. Aquiles en la muerte de Licaón y creo que ante Héctor se enfrenta a su propia muerte con el rostro impávido, y un pequeño discurso de aceptación. Lo de "proyecto" que dice Sartre, no sé si es palabra afortunada porque vivir, al menos hoy, resulta lo más ajeno a proyecto que pueda pensarse. Si quieres, es el proyecto que se va descubriendo día a día, pero nada que sea trabajo de organización racional previo que parece que todo proyecto requiere.

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  2. Tienes razón con la palabra "proyecto". Si quieres, me he dejado llevar por uno de los tópicos contemporáneos. Quizá sea una forma coloquial de hablar sobre aquello que suponemos deseamos hacer en nuestras vidas. O quizá por el influjo de aquel Odiseo cuyo "proyecto" era regresar a Ítaca. Sea como sea, estoy de acuerdo en que nuestras vidas son una azarosa travesía donde el rumbo viene marcado por los extraños entresijos de nuestro inconsciente y por las circunstancias. Máxime hoy en día donde no hay cartas seguras de navegación y nuestras naves, aunque más robustas, se nos antojan más al albur de las tempestades. Gracias por tu inteligente comentario y por añadirte a la lista de mis seguidores. Sospecho que este blog va a tomar altura.

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