lunes, 7 de marzo de 2011

232.

El zen es paradójico porque se basa en la paradoja fundamental. Convierte la ausencia de sentido en el sentido de la vida y confiere a la ascesis propugnada para alcanzar su aprehensión intuitiva un aspecto misterioso al final de cual no hay sino vacío y nada. Paradójicamente, ante ese descubrimiento esencial no te augura la desolación, sino la tranquilidad de espíritu. ¿Cómo no va a estar el zen lleno de paradojas y contradicciones?

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