miércoles, 4 de mayo de 2011

281.


Ὦ παῖδες Ἑλλήνων ἴτε,
ἐλευθεροῦτε πατρίδ’, ἐλευθεροῦτε δὲ
παῖδας, γυναῖκας, θεῶν τέ πατρῴων ἕδη,
θήκας τε προγόνων· νῦν ὑπὲρ πάντων ἀγών.

¡Hijos de los griegos!
Marchad, liberad a la patria, liberad
a vuestros hijos, mujeres, las sedes de los dioses de vuestros padres
y las tumbas de los antepasados. Éste es el momento del combate definitivo.


Mientras el mundo no sea un lugar donde el comprar y el vender sustituyan a matar y morir, habrá que resignarse a defenderse de quienes pretenden imponer sus dioses. Ojalá algún día la paz difunda sus bondades sobre la Tierra. Entre tanto, las palabras de Esquilo en Los Persas (vv. 402-405) resuenan en los oídos de quienes se sienten orgullosos de su pasado. Era el himno de batalla de los atenienses cuando a bordo de las trirremes embestían contra la escuadra persa en Salamina. Aquella jornada, Grecia quedó libre y el tirano vio sentenciada su ambición de servidumbre universal. La lucha continúa a pesar de los siglos. Es el eterno combate entre la libertad y la sumisión. Bin Laden ha muerto.

2 comentarios:

  1. ¡Magnífico epinicio, don Emilio! Y muy oportuno traer a la memoria el peán de Salamina. Pocas ocasiones se igualan a aquélla; sólo, tal vez, "la más alta ocasión que vieron los siglos", que fue en el mismo mar. ¿Cómo hemos decaído tanto y nos retorcemos en este lodazal? Ni siquiera los enemigos están a la altura, porque para los griegos no carecían de nobleza los persas, como se hace patente en la obra inmortal de Esquilo. Me alegra que, al menos alguien, no le busque tres pies al gato al hecho de que quien hace la guerra (y no precisamente limpia) sólo puede esperar que, en justicia, se la hagan también a él.

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  2. Justamente dicho, don Antonio. Vergüenza da de algunos, en el otro bando y en éste. Y bien enseña la Ilíada a honrar al enemigo. Siempre que venga de frente.

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