sábado, 2 de abril de 2011

257.

Dijo alguien una vez: "Hay una ciencia, que es la Física. Luego, está la Química, que es parecida a la Física. Todo lo demás es poesía".

2 comentarios:

  1. A mí un compañero me habló de la poesía de la matemática. A lo mejor es verdad. Suerte de no haber hecho Física y Química, donde parece que el saber carece de belleza y de música. Pero G. Bueno parece que no confía en ciencias que no respondan a la posibilidad de matematizarse o musicalizarse según se mire. Tu frase es ambigua. Físicos y químicos se encontrarán felices y menospreciarán. Nosotros nos encontraremos con ella felices también, con "todo lo demás" que se incluye en la palabra tiempo. Emilio.
    Που´ναι τα χρόνια ωρέα χρόνια
    που είχαμε λουλούδια
    με στην καρδιά μας; La pregunta puede parecer melancólica, pero a mí me resulta alegre porque ese fue el tiempo de la poesía y no el de la física y química: cuando había flores en el corazón. Y el tiempo está acumulado en algún punto del corazón mientras que la ciencia se mantiene a duras penas en algún punto del cerebro...
    (Escribir esa frase de X.Alexiou y cambiarla me ha costado mucho porque no domino el griego, ni el teclado griego al que le faltan signos, pero no la escribí por pedantería, sino porque sólo en griego se dice "verdad", que ahora le llaman alicia.) El pequeño relato de Caronte me parece delicioso.
    ¿Cómo se te ha ocurrido esa línea del blog? Como quiera que sea es muy estimulante. Pasaré la dirección a algunos alumnos-amigos si no te importa. Abrazos.

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  2. Bueno, lo de la Física, la Química y la poesía es casi una broma. Oí la frase en la radio una vez en boca de un presentador que afirmaba haberla oída a su vez de un científico al que entrevistó. Y me encantó. Mi interpretación personal descansa en la indeterminación, lo inefable, lo indefinible de todo aquello que no se exprese en el lenguaje matemático. Por otra parte, la frase de Jaris Alexíu es preciosa y su música, que conozco, también. Coincidimos. En cuanto a lo del blog, es un sacar provecho de la tecnología para dar escape a unas inquietudes que por la vía tradicional del libro no es factible para un desconocido como yo. Influencias: la segunda persona es de Marco Aurelio en sus Meditaciones; el subtítulo está inspirado en la obra de un monje zen japonés, Kenko Yoshida, que vivió a caballo entre los siglos XIII y XIV (v. entrada 26) y el patronazgo, salvando distancias abismales en tiempo, formación, calidad, serenidad, templanza y valía, es responsabilidad del viejo alcalde de Burdeos, Michel de Montaigne. ¿El cuento? ¿Por qué no? Publicar hoy en día es complicado y, afortunadamente, no vivo de las letras. Mejor ponerlo en las alas de internet libremente. Y, por supuesto, puedes recomendar el blog a quien quieras. Para eso está pensado y hecho: para que alguien lo lea y lo disfrute, si es que la obra lo merece. Y gracias por tus palabras.

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