lunes, 31 de enero de 2011

203.

La Iglesia Católica es el Imperio Romano aún vivo. El Papa es el Emperador; los cardenales, el Senado; los obispos, los prefectos de las provincias; los sacerdotes, los funcionarios edilicios y los fieles, los ciudadanos. Hasta tiene como lengua oficial el latín. Como amas el pasado de Europa, este carácter te atrae. La Iglesia Católica, aun cuando no seas creyente, te provoca una mezcla de admiración y respeto. Es la única institución que ha logrado sobrevivir casi dos mil años a pesar de innumerables vicisitudes en las que parecía a punto de naufragar. Aprecias en la Iglesia Católica el rasgo de poder que tuvo el antiguo Imperio y el papel civilizador de ambas creaciones. Conoces historias pasadas burbujeantes de sangre y fuego aventados bajo el estandarte de las llaves de Pedro, pero no por eso la odias. Todas las culturas son ricas en criminales y, a pesar de ello, sus hijos las quieren. Aunque todo esto no es sino una apreciación estética y cultural. Leer los Evangelios con mente limpia deja bien claro que el Jesucristo de la historia poco tiene que ver con la Iglesia, incluso aquel que inventó Pablo de Tarso y que sólo Dios sabe hasta qué punto correspondía con el judío que fue crucificado durante una Pascua en Jerusalén.

1 comentario:

  1. Oh, si, nosotras también apreciamos y admiramos nuestras raices y entendemos las civilizaciones, nosotras estamos admiradas de tu sincero y valiente homenaje aquí a la civilización occidental.

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