sábado, 8 de enero de 2011

184.

Es demasiado larga la entrada para este afán del blog, pero te resistes a fragmentarla. De todos modos, la mitad es el original griego. Hallas la cita en tus lecturas del historiador griego Polibio (220 a.C. - 118 a.C.). Los nombres propios no son relevantes y por el contexto se aclaran algo. La traducción, como siempre, tuya.

Polibio, Historias, IV 20-21.

20.
[1] Ἐπειδὴ δὲ κοινῇ τὸ τῶν Ἀρκάδων ἔθνος ἔχει τινὰ παρὰ πᾶσι τοῖς Ἕλλησιν ἐπ᾽ ἀρετῇ φήμην, οὐ μόνον διὰ τὴν ἐν τοῖς ἤθεσι καὶ βίοις φιλοξενίαν καὶ φιλανθρωπίαν, μάλιστα δὲ διὰ τὴν εἰς τὸ θεῖον εὐσέβειαν, [2] ἄξιον βραχὺ διαπορῆσαι περὶ τῆς Κυναιθέων ἀγριότητος, πῶς ὄντες ὁμολογουμένως Ἀρκάδες τοσοῦτο κατ᾽ ἐκείνους τοὺς καιροὺς διήνεγκαν τῶν ἄλλων Ἑλλήνων ὠμότητι καὶ παρανομίᾳ. [3] δοκοῦσι δέ μοι, διότι τὰ καλῶς ὑπὸ τῶν ἀρχαίων ἐπινενοημένα καὶ φυσικῶς συντεθεωρημένα περὶ πάντας τοὺς κατοικοῦντας τὴν Ἀρκαδίαν, ταῦτα δὴ πρῶτοι καὶ μόνοι τῶν Ἀρκάδων ἐγκατέλιπον. (…) [8] ταῦτα γὰρ πᾶσίν ἐστι γνώριμα καὶ συνήθη, διότι σχεδὸν παρὰ μόνοις Ἀρκάσι πρῶτον μὲν οἱ παῖδες ἐκ νηπίων ᾁδειν ἐθίζονται κατὰ νόμους τοὺς ὕμνους καὶ παιᾶνας, οἷς ἕκαστοι κατὰ τὰ πάτρια τοὺς ἐπιχωρίους ἥρωας καὶ θεοὺς ὑμνοῦσι· [9] μετὰ δὲ ταῦτα τοὺς Φιλοξένου καὶ Τιμοθέου νόμους μανθάνοντες πολλῇ φιλοτιμίᾳ χορεύουσι κατ᾽ ἐνιαυτὸν τοῖς Διονυσιακοῖς αὐληταῖς ἐν τοῖς θεάτροις, οἱ μὲν παῖδες τοὺς παιδικοὺς ἀγῶνας, οἱ δὲ νεανίσκοι τοὺς τῶν ἀνδρῶν λεγομένους. [10] ὁμοίως γε μὴν καὶ παρ᾽ ὅλον τὸν βίον τὰς ἀγωγὰς τὰς ἐν ταῖς συνουσίαις οὐχ οὕτως ποιοῦνται διὰ τῶν ἐπεισάκτων ἀκροαμάτων ὡς δι᾽ αὑτῶν, ἀνὰ μέρος ᾄδειν ἀλλήλοις προστάττοντες. [11] καὶ τῶν μὲν ἄλλων μαθημάτων ἀρνηθῆναί τι μὴ γινώσκειν οὐδὲν αἰσχρὸν ἡγοῦνται, τήν γε μὴν ᾠδὴν οὔτ᾽ ἀρνηθῆναι δύνανται διὰ τὸ κατ᾽ ἀνάγκην πάντας μανθάνειν, οὔθ᾽ ὁμολογοῦντες ἀποτρίβεσθαι διὰ τὸ τῶν αἰσχρῶν παρ᾽ αὐτοῖς νομίζεσθαι τοῦτο. [12] καὶ μὴν ἐμβατήρια μετ᾽ αὐλοῦ καὶ τάξεως ἀσκοῦντες, ἔτι δ᾽ ὀρχήσεις ἐκπονοῦντες μετὰ κοινῆς ἐπιστροφῆς καὶ δαπάνης κατ᾽ ἐνιαυτὸν ἐν τοῖς θεάτροις ἐπιδείκνυνται τοῖς αὑτῶν πολίταις οἱ νέοι.

21.
[1] ταῦτά τέ μοι δοκοῦσιν οἱ πάλαι παρεισαγαγεῖν οὐ τρυφῆς καὶ περιουσίας χάριν, ἀλλὰ θεωροῦντες μὲν τὴν ἑκάστων αὐτουργίαν καὶ συλλήβδην τὸ τῶν βίων ἐπίπονον καὶ σκληρόν, θεωροῦντες δὲ τὴν τῶν ἠθῶν αὐστηρίαν, ἥτις αὐτοῖς παρέπεται διὰ τὴν τοῦ περιέχοντος ψυχρότητα καὶ στυγνότητα τὴν κατὰ τὸ πλεῖστον ἐν τοῖς τόποις ὑπάρχουσαν. (…) [3] βουλόμενοι δὲ μαλάττειν καὶ κιρνᾶν τὸ τῆς φύσεως αὔθαδες καὶ σκληρόν, τά τε προειρημένα πάντα παρεισήγαγον, καὶ πρὸς τούτοις συνόδους κοινὰς καὶ θυσίας πλείστας ὁμοίως ἀνδράσι καὶ γυναιξὶ κατείθισαν, ἔτι δὲ χοροὺς παρθένων ὁμοῦ καὶ παίδων, [4] καὶ συλλήβδην πᾶν ἐμηχανήσαντο, σπεύδοντες τὸ τῆς ψυχῆς ἀτέραμνον διὰ τῆς τῶν ἐθισμῶν κατασκευῆς ἐξημεροῦν καὶ πραΰνειν. [5] ὧν Κυναιθεῖς ὀλιγωρήσαντες εἰς τέλος, καὶ ταῦτα πλείστης δεόμενοι τῆς τοιαύτης ἐπικουρίας διὰ τὸ σκληρότατον παρὰ πολὺ τῆς Ἀρκαδίας ἔχειν ἀέρα καὶ τόπον, πρὸς αὐτὰς δὲ τὰς ἐν ἀλλήλοις διατριβὰς καὶ φιλοτιμίας ὁρμήσαντες, [6] τέλος ἀπεθηριώθησαν οὕτως ὥστε μηδ᾽ ἐν ὁποίᾳ γεγονέναι τῶν Ἑλληνίδων πόλεων ἀσεβήματα μείζονα καὶ συνεχέστερα.

20.
[1] Dado que los arcadios tienen comúnmente cierta fama entre los griegos por su virtud, no sólo en cuanto a su hospitalidad y la humanidad de sus costumbres y vidas, sino fundamentalmente por su respeto a los dioses, [2] merece la pena plantearnos brevemente la brutalidad de los cineteos y cómo, siendo evidentemente arcadios, tan distintos fueron en aquellos tiempos respecto a los demás griegos por su crueldad y sus transgresiones. [3] A mi juicio, aquéllos, y no otros, fueron los primeros y los únicos de los arcadios que abandonaron unas instituciones establecidas por sus antepasados y celebradas de forma natural por todos los habitantes de Arcadia. Dedicarse a la música, [4] a la verdadera música, es una actividad beneficiosa para todos los seres humanos, pero en el caso de los arcadios es algo también necesario. (…) [8] Todo el mundo está acostumbrado y al corriente de estas cosas: que, en primer lugar, sólo entre los arcadios y por ley los niños desde muy pequeños son habituados a cantar los himnos y los peanes, cada uno de los cuales conforme a las costumbres patrias celebran a los dioses y héroes locales. [9] Luego, mientras aprenden las leyes de Filóxeno y Timoteo, con enorme pundonor danzan anualmente con los flautistas de Dioniso en los teatros, los niños en certámenes infantiles, los jóvenes en los denominados adultos. [10] Del mismo modo también, a lo largo de toda su vida se procuran distracción en sus banquete no tanto a través de interpretaciones foráneas, como propias, cantando unos con otros alternativamente. [11] Estiman que nada hay de vergonzoso en aceptar que ignoran por completo las otras materias; del canto, sin embargo, no pueden negarlo por haber sido obligados todos a aprenderlo, ni reconocer que lo abandonan, porque este hecho es considerado una vergüenza entre ellos. [12] Y es cierto que los jóvenes se presentan ante sus conciudadanos desfilando al son de la flauta en formación militar y danzan magistralmente en los teatros cada año con el apoyo y el soporte económico del estado


21.
[1] Creo que estas prácticas se las introdujeron los antiguos no por molicie o lujo, sino al observar cómo todos trabajaban con sus propias manos y, en general, cómo su vida era penosa y dura, y asimismo al percibir la rudeza de sus caracteres, consecuencia para ellos de la humedad de su entorno y la lobreguez de la mayor parte de su país. (…) [3] En cuanto a los arcadios, con la intención de suavizar y rebajar la inflexibilidad y rigidez de la naturaleza, introdujeron todas las costumbres anteriormente mencionadas, y junto a éstas habituaron a sus conciudadanos a numerosísimas reuniones generales y celebraciones religiosas, iguales para hombres y mujeres, al tiempo que a danzas de muchachas y muchachos. [4] Por resumir, todo se lo ingeniaron diligentemente para amansar y suavizar lo despiadado de sus existencias a través de la disposición de esas costumbres. [5] Los cineteos, descuidando totalmente esos hábitos, aunque respecto a lo dicho necesitaran de semejante ayuda, dada la enorme inclemencia que padece Arcadia en su clima y su situación, y arrojados sobre sus mutuos y particulares afanes y su orgullo, [6] finalmente se volvieron tan salvajes que en ninguna otra de las ciudades griegas sucedieron mayores y más continuados sacrilegios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario