miércoles, 12 de enero de 2011

187.

Este artículo aparecido en la revista digital El Catoblepas, vinculada a la escuela de Gustavo Bueno, te ha parecido muy ajustado y claro. Da una explicación sobre las condiciones sociopolíticas que originan las escuelas helenísticas de la filosofía griega. El autor trata en detalle a Epicuro y Lucrecio. Es una breve pero precisa introducción al epicureísmo. Te confirmas en tu idea de que aquella época tiene semejanzas con la que vives. Ese desencanto con el viejo régimen democrático y sus ilusiones de participación, ambos periclitados por mor de las rencillas entre griegos y de los reyes macedonios, es similar a la decepción ante las promesas de la política democrática y sus logros reales. Hundidos el socialismo real y con la socialdemocracia entre muletas, el panorama que se abre paso es aquello de sálvese quien pueda y el retorno a la búsqueda personal e intransferible. Por otro lado, la metáfora de la ética epicúrea como medicina recuerda a las Cuatro Nobles Verdades del Buda, cuyo método, como es reconocido por los estudiosos, está tomado de la medicina de su época. Ese es otro de los extremos que te recuerda el artículo: el budismo es hoy día en Occidente lo más parecido que hay a una de las viejas escuelas filosóficas helénicas. Por no decir que tanto Epicuro como el Buda se dieron cuenta de que el principal problema del ser humano es cómo gestiona sus deseos. Las soluciones son, luego, diversas. Desde la sensatez en su uso hasta la extinción.

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