lunes, 18 de octubre de 2010

116.

Prosiguen tus ansias de extrañamiento en pos de lejanos pagos donde las brumas se enseñorean de los amaneceres. El libro narra el viaje del autor por la costa occidental de Irlanda. Se supone que es allí donde se guarda la fragancia original de lo gaélico. El viajero había realizado una travesía anterior en años pasados. El libro es una melodía constante a la nostalgia de aquella tierra que visitó y que ahora ve lacerada. Ese costado prístino de la isla verde aparece acosado por nuevas edificaciones, por los establecimientos de comida rápida, por adolescentes adheridos a los cachivaches de la modernidad. Treno por la Irlanda perdida bajo la prosperidad. Sientes intensamente la furia del tiempo. La ruta fue pateada en el año 2004. Hoy, Irlanda es un país herido. El rugido del tigre celta se ha reducido a un maullido de minino acobardado. Ahora sería un buen momento para regresar y comprobar si esta crisis ha aireado las malas hierbas de la modernidad. Mientras tanto, el sendero de aquel viaje andado en el año 2004 está lleno de hermosos paisajes, algunos de los cuales el autor confiesa ser los más bellos de la tierra. Hay gentes amables que conversan con el autor, pubs rebosantes de Guinness. Hay lluvia a cántaros, islas abandonadas después de miles de años de ser habitadas, retazos de la sufrida historia de los irlandeses y el canto fúnebre por un idioma agonizante que zozobra a manos de la ley natural del más fuerte. Durante algunos años de tu infancia y adolescencia sentiste con fuerza las raíces galaicas que proceden de tu padre. Fueron tiempos de viajes a los contornos del Finis Terræ hispánico y añoranza de lo verde cuando regresabas al yermo meridional. Algo de aquello ha rebrotado en tu memoria con este libro. Cuando lo terminaste, sentiste nostalgia por una Galicia que ha quedado sumergida en el fondo de tu vida y por una Irlanda que no conoces, pero cuyo aroma el autor ha depositado en tu alma con el cariño de las personas enamoradas.

León Lasa, Por el Oeste de Irlanda, Córdoba, Almuzara, 2006.

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