jueves, 3 de febrero de 2011

206.

Una vieja leyenda cuenta que una vez un hombre quiso forrar de cuero el mundo para poder andar cómodamente por toda su extensión. Alguien, un sabio, le dijo que era mejor hacerse unas sandalias. No pretendas cambiar el mundo, cámbiate tu mismo. Tras esta historia antigua puedes apreciar, escondida entre las letras, el consejo de Marco Aurelio a los políticos: no persigas la utopía. Y tú añades: persigue sólo tu utopía íntima y personal, porque a nadie harás daño con ella ni a nadie se la impondrás, ni nadie se verá obligado a cargar con ella sobre sus hombros, ni te verás obligado a abrir campos de concentración donde reeducar y castigar a los remisos que se niegan a sentirse felices con tu pretendido paraíso sobre la tierra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario