jueves, 16 de junio de 2011

314.

Crees adivinar que uno de los grandes defectos de la casta política española es su ignorancia. Esta lacra no ha hecho más que incrementarse con el paso de los años y la preeminencia de una manera sesentayochista de ver la vida. No dices que haya algunos que sean unas eminencias en materias tales como economía, gestión administrativa u otras especialidades. Pero lo que sí se te antoja evidente es su alejamiento de la historia, verdadera matriz de la actividad política. El desprecio de la historia lleva a fenómenos tan curiosos como la actitud del Partido Nacionalista Vasco. Los muy ignorantes creen que poniéndole la música, el escenario y la choza a los etarras (llámense de un modo u otro), van a cumplir ese objetivo político tan enjundioso proferido por el Padre Arzalluz, aquello del árbol y las nueces. Permítasete reírte un tanto. La Eta y sus hordas son un grupo de rancia tradición revolucionaria, marxista y socialista. Su objetivo no es sólo la independencia de su entelequia eusquérica, sino la construcción del socialismo. Un País Vasco al corte cubano o venezolano. O ayatalesco con su “Pueblo Vasco” en el lugar de Alá. Bien enseña la historia que los diferentes partidos comunistas, así como la revolución islámica, han ido de la mano de los más moderados y una vez en el poder, han pasado inmediatamente por las armas a cualquiera que pensara de modo diferente. Incluidos, en primera línea, sus antiguos e ingenuos aliados en la santa causa. En un futuro e hipotético País Vasco independiente, el PNV y sus simpatizantes les iban a durar a los etarras el tiempo de un suspiro. ¿O se creen que después de tanto “sacrificio” iban de dejarles mandar a esos meapilas y burgueses del PNV? No harían así los etarras sino continuar una actividad ya empezada y en la que tienen cierta experiencia. Una recomendación, pues, más trato con historiadores y menos con aizcolaris.

No hay comentarios:

Publicar un comentario