martes, 14 de junio de 2011

312.

Terminas la lectura de la obra de José Manuel López Muñoz. En este caso se trata de cuatro relatos recogidos en el libro Cuando los caminos hablan. Es una incursión diferente de la novela histórica que comentas en la entrada 308. Vuelves a encontrarte con el estilo directo que se ajusta en este caso con mayor razón a la temática. Son escenas de la España rural de la primera mitad del siglo XX, especialmente de la postguerra. Se te antojan como un complemento muy adecuado para Delibes porque sin ser una imitación suya, ambos tienen el mismo olor y sabor. Los has leído de un tirón, atraído por una prosa fluida, sin adornos, pero de una eficacia total para el asunto que trata, llena de una objetividad que, sin embargo, deja entrever la humanidad de sus protagonistas. Son personajes que sufren privaciones, angustias, temores y actitudes violentas a veces, pero que afrontan esas circunstancias con un estoicismo casi racial y con una extraña serenidad. Tú no conociste esos tiempos, pero el relato que José Manuel López hace de esa sociedad y de ese momento te resulta de una verosimilitud apabullante. Al final, cuando terminas el último, te queda el regusto de los buenos libros: quieres más.

José Manuel López Muñoz, Cuando los caminos hablan, leído en edición digital descargada legalmente de http://www.bubok.es/libros/202136/Cuando-los-Caminos-Hablan.

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