Mi amiga doña Cata tiene insuficiencia renal desde hace un año. Diálisis diarias y depresión constante son lo que mueve sus días y ayer me contaba que su lucha diaria la agota tanto que cada día le cuesta mas trabajo vencer la sensacion de derrota. Tal vez hay que dejar de buscar lo que no hay y aprovechar lo que si existe. Es cuestión de elección creo yo, por lo menos, a veces se puede elegir y eso es una gran ventaja. Tal vez sea como la soledad que en lugar de pelear con ella es mejor convertirla en aliada. Mientras tanto, la muerte llegará a su tiempo.
Nací en Sevilla en el año 1958. Estudié el Bachillerato Superior en el Instituto San Isidoro. En el año 1980 terminé la Licenciatura en Filología Clásica en la Universidad de Sevilla. En 1981 aprobé en Madrid las oposiciones a Cátedra de Bachillerato de Griego. En 1994 me doctoré en Filología Clásica. Trabajé en la enseñanza estatal (sic) hasta que en el año 2002 reventé psicológicamente ante la miseria que estaba experimentando en el Instituto, y me jubilaron. Dediqué los años 2003 y 2004 a recuperarme de una grave enfermedad que me sobrevino inmediatamente después de la jubilación. Desde el año 2005 vivo en Rute (Córdoba). Compré un pequeño cortijo en el campo y lo reformé. Allí paso mis horas dedicado a leer, a escribir, a oír sonidos puros, a ver cielos limpios y oler aromas serenos.
Mi amiga doña Cata tiene insuficiencia renal desde hace un año. Diálisis diarias y depresión constante son lo que mueve sus días y ayer me contaba que su lucha diaria la agota tanto que cada día le cuesta mas trabajo vencer la sensacion de derrota. Tal vez hay que dejar de buscar lo que no hay y aprovechar lo que si existe. Es cuestión de elección creo yo, por lo menos, a veces se puede elegir y eso es una gran ventaja. Tal vez sea como la soledad que en lugar de pelear con ella es mejor convertirla en aliada. Mientras tanto, la muerte llegará a su tiempo.
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