viernes, 16 de julio de 2010

67.

Anda revuelta la ciénaga de la patria con la victoria de los futbolistas españoles en el Mundial. En un país donde enseñar su bandera ancestral es un rasgo de extremismo, muchos de sus habitantes han decidido exhibirla sin complejos, en su estado puro o con aditamentos del imaginario colectivo. La intelligentsia se estruja los sesos reflexionando sobre el significado de ese activismo. Los políticos según secta obvian el asunto, se escandalizan, lo alaban o miran cómo van sus cuentas y el puesto en las próximas listas electorales, asuntos que son los que realmente les interesan. Y surge el tema, precisamente, de qué sea la patria española. En esto estás, cuando topas con la columna de Raúl del Pozo en el diario El Mundo. Dice el maestro, más o menos: el patriotismo es ser leal a tu perro, como Odiseo. Pues eso.

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