sábado, 7 de agosto de 2010

75.

Alguien, hablando de Jorge Luis Borges y de su admiración por el budismo te ha dado en un documental la descripción más breve y ajustada de sus características. Decía el comentarista que el budismo enseña que la realidad es falsa, por cuanto está condenada a la caducidad, y que detrás de ella se extiende el vacío, la auténtica realidad. La función del budismo es hacer que el adepto se despoje de ese engaño y acceda a la comprensión directa de ese vacío fundamental. Una vez conseguido este objetivo, la vida se serena, despojada de los espejismos nocivos de una existencia en el fondo irreal.

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