martes, 30 de marzo de 2010

19.

Te interesa la política. También en este libro. Sabes que no es sino la racionalización y justificación de la voluntad de poder. Para ti los políticos son, ante todo, seres humanos poseídos de un ansia de poder. En cuanto a las ideologías, no son sino una excusa de los ambiciosos. Son sistemas ideales nunca descendidos de las cumbres del pensamiento ni evaporados fuera de los despachos de los eruditos. Las ideologías sirven para embellecer la compulsión que hunde a sus amantes en el cenagal del mando. También en este aspecto, los griegos son para ti el faro. Fueron los primeros que teorizaron sobre el estado y la sociedad. A pesar de las muchas y enjundiosas palabras que dedicaron a la política, te apetece más traer aquí a colación unas líneas de alguien que fue un político profesional en la Antigüedad. Ostentó mucho más poder que cualquiera de los que hoy en día devastan las arcas y las esperanzas de sus súbditos, que no ciudadanos. El viejo emperador Marco Aurelio expresó sabiamente la misión del político: μὴ τὴν Πλάτωνος πολιτείαν ἔλπιζε˙ ἀλλὰ ἀρκοῦ, εἰ τὸ βραχύτατον πρόεισι, καὶ τούτου αὐτοῦ τὴν ἔκβασιν ὡς οὐ μικρόν τί ἐστι, διανοοῦ. No esperes la República de Platón; por el contrario, considérate satisfecho si lo más nimio progresa y considera que el resultado de esto mismo no es algo insignificante (Marco Aurelio, Meditaciones, IX 29). La frase debería encabezar ese relato de los horrores que ha sido el siglo XX, cuando tantos asesinaron a tantos en razón de sus particulares Repúblicas platónicas. Tendría que ser inscrita a fuego en las mentes de quienes dicen de sí mismos que están movidos por el “servicio público”, cuando realmente sólo sirven a su ambición, más o menos conscientemente expresada.

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